miércoles, 18 de mayo de 2016



Gaitán, entre el desarrollismo latinoamericano y el discurso populista.   




"Ninguna mano del pueblo se levantará contra mí y la oligarquía no me mata, porque sabe que si lo hace el país se vuelca y las aguas demorarán cincuenta años en regresar a su nivel normal."
Jorge Eliecer Gaitán, 1947.  

Introducción

Este trabajo pretende hacer un breve semblante del discurso político del caudillo colombiano Jorge Eliecer Gaitán, candidato presidencial quien fue asesinado el 9 de abril de 1948. El objetivo de este ensayo es analizar el discurso gaitanista, sus legados e influencias. Intento comprender la influencia del contexto del discurso de carácter populista de América Latina en las propuestas de Gaitán, entendiendo el populismo como una forma de gobernar más que como una ideología política.

Los años finales los años 40 fueron marcados por  gobiernos con elementos desarrollistas como Cárdenas en México, Paz y Siles Suazo en Bolivia, Velasco Ibarra en Ecuador, Perón en Argentina y antes Vargas en Brasil. Todos estos procesos llegaron a tener éxito, reflejado en su conquista del poder, exceptuando el de Haya de la Torre en Perú, a quien no se le permitió gobernar y Gaitán. Los gobiernos populistas se caracterizaron por el nacionalismo económico, el antiimperialismo, la industrialización, la urbanización, las migraciones internas, la emancipación económica junto con la generación de políticas económicas externas más autónomas.

En el caso colombiano Jorge Eliecer Gaitán continúa siendo uno de los líderes políticos y sociales más carismáticos hasta el día de hoy. Su fuerte condena a la oligarquía colombiana - de quien decía son “los mismos con las mismas” - y su interés por el bienestar del pueblo - a quien llamaba permanentemente a la movilización con la frase “a la carga” - lo llevó a convertirse en la figura política más popular de su tiempo. Su capacidad oratoria lo llevó a los palcos más concurridos de Bogotá y muy pronto se ganó la voluntad del pueblo a nivel nacional.

Gaitán fue un fenómeno de masas, comprendió y leyó con gran eficacia la realidad colombiana y fundamentalmente el fenómeno de desplazamiento del campesinado a las grandes ciudades. Sus discursos en el teatro Colón, en la plaza de toros, en la Plaza de Bolívar, en la Cámara de Representantes, en las convenciones liberales y en los estrados judiciales, quedaron grabados en la memoria de esa generación, que repetían de memoria párrafos enteros y frases específicas de su Oración por la Paz en Bogotá y Oración por los Humildes en Manizales.

Este ensayo se divide en tres partes: Una breve introducción, el contexto de vida del Caudillo y un análisis del discurso y la influencia del populismo. Terminaremos este ensayo con una breve conclusión.   

El gran Caudillo colombiano


El líder popular Jorge Eliecer Gaitán emergió políticamente en un contexto de grandes cambios estructurales en Colombia. Por un lado el fin de la hegemonía del partido Conservador  que había mantenido el poder – sin interrupciones – por casi 30 años y por otro lado el proceso de modernización capitalista. La llegada de los liberales en los años 30 al poder con el plan llamado “revolución en marcha” tenía la intención de industrializar el país, así como la implementación del Estado de Bienestar y la regulación de la economía.

Desde 1919 Gaitán había empezado a ser parte del círculo cerrado de la política Bogotana, en gran medida gracias a su oratoria y sus grandes capacidades en jurisprudencia. A pesar de su origen humilde, Gaitán empezaba a convertirse en un referente de la política del país. Es en 1928 con la “masacre de las Bananeras”[1] que Gaitán pasa de un plano político local a un escenario nacional. Gaitán pone en el debate público el hecho, contra el presidente conservador Miguel Abadía Méndez y el ejército y logra que se liberen a muchos trabajadores presos y que se reconozca una indemnización para las viudas y huérfanos. Gaitán se gana al pueblo luchando por sus “justas causas”. Defiende a los trabajadores desde su carácter beligerante atreviéndose a decir lo que otros no pueden.

En 1931 Gaitán se convierte en el presidente de la Cámara de Representantes. Desde esta posición Gaitán hace fuertes críticas contra su propio partido. La gestión del partido Liberal en el poder y la revolución en marcha fueron consideradas por Gaitán como insuficientes. Las reformas constitucionales y sociales decepcionaron al caudillo por lo que en 1933 decidió romper con el partido y fundar la Unión Nacional izquierdista Revolucionaria (UNIR). Los Uniristas fueron una organización pensada con una concepción política claramente desarrollista de izquierda y con una fuerte estructura organizativa.

La UNIR en ejercicio político no duró más de dos años. Las reformas implementadas desde 1934 por el presidente Alfonso López Pumarejo[2] (1934-1938) eran más radicales y populares que las de su antecesor, lo que debilitó el discurso político del movimiento Unirista. Gaitán, luego de intensos debates opta por disolver el movimiento y se reintegra al partido liberal buscando estar dentro del gobierno de López Pumarejo. Su intención buscaba que las reformas sociales adquirieran un verdadero espíritu democrático. Su crítica dentro del partido siguió siendo férrea; volver a las filas significaba posesionar la facción gaitanista dentro del partido liberal, sobre todo desde la lucha contra las oligarquías que militaban dentro del partido, pensando en ampliar políticamente las bases populares.

Gaitán en medio del gobierno de Eduardo Santos (1938-1942) pasó por distintos cargos. Fue nombrado alcalde de Bogotá, luego ministro de educación y posteriormente ministro de trabajo. Todas las leyes que quiso implementar generalmente eran bloqueadas por el congreso de la república. Gaitán era considerado dentro del liberalismo una oveja negra a la cual era preferible tener cerca y controlada, pero su carácter beligerante y el crecimiento de su popularidad le daban cada día, más fuerza dentro del partido. Gaitán tenía en medio de su proceso político muchos contradictores, entre ellos, el partido comunista quienes lo tildaron de fascista por haber terminado sus estudios de doctor en jurisprudencia en 1926 en Italia, en medio del periodo fascista de Mussolini.

En 1945 comienza uno de los periodos fatídicos de la historia de Colombia conocido como la “época de la violencia”. La violencia bipartidista entre liberales y conservadores  estalló dejando en un periodo de 7 años, más de 300.000 muertos. Gaitán incluyo entonces en su discurso la necesidad de la paz entre los liberales y conservadores de “a pié”. Hizo un llamado a luchar contra las oligarquías nacionales a quienes veía responsables de la polarización social que afectó profundamente el campo colombiano, mientras los dirigentes de los partidos se agasajaban en los clubes sociales de Bogotá. Para Gaitán existían dos países: El “país político” que son los que piensan en sus empleos, en su mecánica y en mantener su poder, y el “país nacional” que piensa en su trabajo, en su salud, en su cultura, desatendidos por el “país político”. “El país político tiene diferentes metas que el país nacional. Tremendo drama en la historia de un pueblo”.   

Gaitán se presentó como candidato del partido liberal para las elecciones de mayo de 1946, compitiendo dentro del mismo partido contra el oficialista Gabriel Turbay – impuesto por la oligarquía del partido - y el conservador Mariano Ospina Pérez. Tener dos candidatos dentro del partido Liberal dividió los votos y permitió que el conservadurismo vuelva al poder después de 16 años. El partido liberal ganó la mayoría de los votos pero perdió las elecciones. Luego de la derrota del liberalismo Gaitán se consolido como el máximo líder de éste partido y la facción gaitanista se convirtió rápidamente en el estandarte. Por supuesto las élites de los partidos veía con mucha preocupación el asenso popular de Gaitán, sobre todo las de su propio partido quienes veían amenazado su poder.

En el 1947 Gaitán como jefe indiscutible del liberalismo vuelve a lanzarse como candidato presidencial  para las elecciones de mayo de 1948. Esta elección se caracterizó por las tremendas movilizaciones que día a día se añadían a su fuerza política. El discurso de Gaitán llamaba al pueblo sin importar el color del partido a luchar contra la hegemonía de los partidos tradicionales y las oligarquías a quienes había responsable de la tragedia del pueblo. El 9 de abril de 1948, coincidiendo con la apertura de Novena Conferencia Panamericana que da origen a la OEA, Jorge Eliecer Gaitán es asesinado en la carrera 7 de Bogotá. El magnicidio sacude al país, el pueblo de Bogotá se levanta y produce el hecho conocido como el “Bogotazo”. El presunto asesino de Gaitán fue apaleado y asesinado por una multitud enardecida que reclamaba justicia y quien culpo inmediatamente a las élites de los partidos tradicionales. En la Conferencia el General Marshal desde la posición de los Estados Unidos, culpaba a los comunistas del descontrol, mientras Colombia rompía unilateralmente relaciones con la URSS. Los liberales por su parte se acercaron al gobierno conservador, quien no dudo en darles puestos en el gobierno, amparado en el llamado a la unión nacional ante la trágica muerte del caudillo.


La muerte de Gaitán no fue la génesis de la violencia en Colombia, pero si la profundizó. La frase con la que iniciamos este ensayo se convirtió en premonitoria del sufrimiento del pueblo colombiano: “Ninguna mano del pueblo se levantará contra mí y la oligarquía no me mata, porque sabe que si lo hace el país se vuelca y las aguas demorarán cincuenta años en regresar a su nivel normal”. (Gaitán, 1946). Gaitán murió y la violencia actual es mucha más profunda que la de la llamada época de la violencia. Las guerrillas liberales  y los pájaros (fuerzas armadas conservadoras que generaron terror desde 1945)  fueron desarticulados por la dictadura militar del General Rojas Pinilla, quien tomó el poder en 1953 después de que la violencia se volvió incontrolable. Desde el 63 se fundaron las guerrillas comunistas colombianas, la primera las FARC-EP y una año más tarde el ELN. En los años 70 como respuestas a estas organizaciones los industriales, ganaderos, terratenientes y multinacionales, utilizan a las mal llamadas Autodefensas Unidas de Colombia, el paramilitarismo para supuestamente combatir a las guerrillas y defender sus intereses privados. El conflicto armado colombiano ha generado miles de muertos y millones de desplazados. Las élites políticas y los partidos políticos nunca decidieron parar el conflicto, es más lo profundizaron con la escusa de sostener la institucionalidad. Gaitán es un mártir de la institucionalidad, esa institucionalidad que quería cambiar y transformar hacia una verdadera democracia.    

Discurso e influencia del populismo en Gaitán


El modelo de gobierno populista tiene mucha influencia en el discurso gaitanista. Fundamentalmente en la utilización de la palabra “pueblo”. Una de las frases celebres del caudillo siempre fue: “yo no soy un hombre, soy un pueblo”. Las luchas de Gaitán iban de la mano con su carisma, su discurso y su histrionismo muy apegado a las costumbres y hábitos del pueblo bogotano, lo llevaron a los más grandes pulpitos de la ciudad. El llamado centrar de Gaitán al pueblo fue contra los partidos políticos tradicionales y las oligarquías que los dominaban. El antagonismo que muy inteligentemente creó el gaitanismo contra las oligarquías, le valió el apoyo popular, pero para lograr su cometido de obtener el poder, era necesario tener la estructura partidaria a su servicio. El problema es que las élites políticas no iban a permitir que tomara el poder, el miedo de las élites partidarias por su asenso terminó con su vida.

Para Gaitán el país no tenía una crisis política sino moral: "Pueblo, por la restauración moral, ¡a la carga! Pueblo por la derrota de la oligarquía, ¡a la carga! Pueblo por nuestra victoria, ¡a la carga!". Los ideales propuestos por Gaitán iban ligados a la restauración moral y a una verdadera democracia de la república, era prácticamente una síntesis perfecta de un conocimiento pormenorizado de las dinámicas clientelares que aquejaban al Estado Colombiano (Pulido, S/F). Su discurso supo dividir muy bien entre el país político y el país nacional, crear una rivalidad con claros réditos electorales. Esta rivalidad fue diseñada desde el discurso y sirvió como nudo trasversal para hilar sus debates políticos y su oratoria en la plaza pública. Gaitán inspiraba grandes aplausos por sus frases ecuánimes y llenas de sentidos; Gaitán decía: “el pueblo es superior a sus dirigentes”, pero iba más allá: "Esta avalancha humana: libra una batalla, librará una batalla; vencerá a la oligarquía liberal y aplastará a la oligarquía conservadora". Sabía claramente donde debía insertar el discurso, contextualizarlo y ponerlo en la esfera pública. Movilizaba y pretendía estructurar un movimiento social que cambiara las condiciones de la “tragedia del pueblo”.
En el discurso de la candidatura liberal de 1946 Jorge Eliecer Gaitán mostraba su pensamiento económico y sus visiones del como debería funcionar el Estado para que los “ricos sean menos ricos y los pobres menos pobres”:
“Ese es un viejo sistema en virtud del cual el hombre nada cuenta. “El hombre debe ser esclavo de la máquina, se le debe proteger sí, que produzca lo mas que pueda, que se le pague alto, pero que produzca mucho para que el rendimiento alto no se detenga”: no importa su psicología no importa la resistencia de su biología, lo que es importante es que la oligarquía plutocrática gane y de el espejismo de pagar más cuando más se trabaje, aún cuando quiebre la biología y la psicología del pueblo colombiano porque la economía de los menos está por encima de la vida de los más.
Ese es el viejo criterio de la plutocracia, defender al hombre, defender las garlanchas, no por el hombre mismo, sino por lo que el hombre pueda dejarse devorar de la insaciable sed de dinero de los que tienen dinero. Nosotros decimos cosa distinta, nosotros no hablamos de esas minucias, que son todas tendientes a saber cómo se le exprime la última gota al hombre dándole el estímulo de pagarle más para que pueda consumir más alcohol y tener más sífilis.
Nosotros tenemos un sentir humano distinto, diverso de estas cosas, nosotros no decimos que el hombre debe ser un esclavo de la economía, decimos que la economía debe estar al servicio del hombre. Pero es que para nosotros es igual el hombre conservador que liberal que socialista que comunista. Tenemos un sentido diverso de la economía, no la encontramos a través del hombre. No creemos que solamente en uno de sus círculos se ataca a esa grandeza devorante y asoladora”.

La economía al servicio del hombre, una premisa que planteaba cambiar estructuralmente el Estado colombiano y por ende la función de sus instituciones. El miedo que sentía la oligarquía colombiana se sentía cada día más, por ende los ataques a Gaitán se dieron de distintas maneras, desde llamarlo demagogo, populista, comunista, socialista y hasta fascista, así como varios intentos de terminar con su vida.

El legado gaitanista del discurso no ha podido ser superado hasta el momento en Colombia. La oratoria junto con el carisma del caudillo, sumando el gran conocimiento por las problemáticas sociales, políticas y económicas del país, hacían de Gaitán el proyecto de otro modelo populista que podía ser implementado en América Latina. Gaitán no era marxista pese a sus múltiples conocimientos del marxismo[3]. Sus discursos se alejaron del partido comunista; aunque sabía de la existencia de Mariátegui no hay vestigios de influencia concreta en su pensamiento, por otro lado el populismo sin lugar a dudas tiene mucha influencia. 

El populismo influenció sin lugar a dudas a Gaitán, muchas organizaciones internacionales entre ellas la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) marcaron el discurso gaitanista.  Gaitán había tenido la oportunidad de viajar por varios países latinoamericanos donde los modelos desarrollistas y modernizadores estaban en etapa de ensamblaje o tenían un fuerte aparato ideológico como en el Perú con Haya de la Torre y sobre todo su texto “las famosas Cartas a los Prisioneros Apristas”. Otros autores como Pedro Muñiz, Carlos Showing, Carlos Paz Soldan directamente comprometidos con el Aprismo también influenciaron el pensamiento del caudillo.  Perón en Argentina fue una influencia importante, sobre todo desde su labor como ministro de trabajo, cargo que también había tenido Gaitán.  Específicamente con los textos “Los Derechos de los Trabajadores, La Obra del Gobierno y la Labor Destructiva Gradual de los que Intentan Alterar el Orden, y Por la Cooperación Económica y la Paz Mundial” fechados en 1947.  (Pulido, S/F).

Lazaro Cárdenas fue también muy importante como legado para Gaitán, la doctrina en la que basó su gobierno fue muy importante para la construcción de gobierno que Gaitán quería aplicar en Colombia. Gaitán sabía que la gobernabilidad dependía de las reglas que se establecieran desde el Estado en su división de poderes, pero para cambiarlas un gobierno tenía que tener legitimidad - por lo menos en un primer estadio - contundente en las urnas. Por el otro lado – pero no menos importante – la seguridad, que dentro del discurso gaitanista era violentada desde arriba, las oligarquías eran las que generaban los conflictos de abajo, para sostener permanentemente el poder.
En uno de sus discursos en el Teatro Municipal de Bogotá, antes de las elecciones presidenciales de 1946, Gaitán dice para diferenciarse de los políticos colombianos tradicionales y haciendo una dura crítica a los medios de comunicación escrita:

Que llaman demagogia a esto que yo digo, porque no pueden directamente negar la verdad y la justicia y que se sienten estadistas solamente porque carecen de vibraciones de corazón y del espíritu, estadistas simplemente porque nada aman, estadistas simplemente porque les falta el carácter para decir lo que su corazón siente y su mente piensa, estadistas porque les falta el fuego interno para la rebeldía, estadistas porque si están con Laureano Gómez se lo tragan y no son capaces de votar en los senados, estadistas porque se dejan manejar, estadistas porque no tiene la fuerza humana que nosotros tenemos, ¡Pues en buena hora que no nos crean estadistas! porque nosotros queremos ser, cerebros, si, pero cerebros iluminados ardidos por el fuego de nuestro corazón”. Gaitán (1946)






Conclusiones       

"Si avanzo, seguidme. Si me detengo, empujadme. Si os traiciono, matadme. Si muero, vengadme".
Jorge Eliecer Gaitán, 1947.
Jorge Eliecer Gaitán rompió los esquemas de la política colombiana de finales de la primera mitad del siglo XX y sin lugar a dudas es un referente sin superar. Su discurso, sus acciones y sus estrategias políticas, demostraron que era posible luchar contra las oligarquías que siempre han tenido el poder en Colombia. Su asesinato fue una gran pérdida para la historia colombiana y sin lugar a dudas fue un hecho que profundizo la polarización y la violencia que mantiene al país en convulsión. Su legado más importante fue superar con política a las viejas estructuras partidarias y renovar la política. Su asesinato hizo que volvieran las viejas estructuras a tener el poder en sus manos, hizo que pudieran repartirlo mitad por mitad. Gaitán decía: “ El pueblo no tiene dos partidos, ha sido partido en dos”.
Las influencias del populismo son un efecto claro en Gaitán, pero el contexto colombiano es muy distinto a los demás procesos populistas de América Latina. El caso de López Pumarejo se asemeja muy de cerca con los modelos de modernización populista, sería interesante ver hasta donde llegaron sus reformas políticas, entre ellas dos y un hecho simbólico: la primera y única ley de tierras en Colombia buscando establecer una reforma agraria y la segunda el primer código del trabajo, (fueron desmanteladas por el siguiente gobierno liberal de Eduardo Santos) y el acto simbólico, ha sido el único presidente en marchar un primero de mayo con los obreros. López impulso la llegada del Estado de Bienestar a Colombia y tenía mucha aceptación popular, por supuesto, no del tamaño de Gaitán. Lastimosamente no pudo terminar su segundo mandato, primero por la intentona de golpe militar en 1944 iniciando su presidencia y después por su delicado estado de salud.


Bibliografía   
Gaitán, Jorge Eliecer, 1946. Discurso de la candidatura liberal para las elecciones de mayo de 1946. Recuperado el 4 de Enero de 2016, en:  https://www.youtube.com/watch?v=oyJ-_UcNscc
De la Fuente, José Alberto, 2007. Víctor Raúl Haya de la Torre, el APRA y el Indoamericanismo. Recuperado el 4 de Enero de 2016, en: http://bdigital.uncu.edu.ar/objetos_digitales/3433/delafuentecuyo24.pdf
Pulido García, David Antonio, S/F. LA BIBLIOTECA DE JORGE ELIÉCER GAITÁN (Apuntes sobre su perfil intelectual). Recuperado el 30 de diciembre de 2015, en: file:///C:/Users/AMY/Downloads/Biblioteca_Gaitan_.pdf
Villaveces, Jorge, 1968. Los mejores discursos de Gaitán. Editorial JORVI. Bogotá.
Documental: Jorge Eliecer Gaitán, “El Jefe”.



[1] La masacre se produjo el  5 de diciembre de 1928 por el ejército colombiano a favor de la empresa americana United Fruit Company contra miles de trabajadores que habían iniciado una huelga. Nunca se conoció el número total de muertos.
[2] López Pumarejo fue reelegido en 1942 como presidente de Colombia, periodo al que renunció por enfermedad. Gaitán fue un duro crítico en los dos gobiernos de López, pero en su segundo mandato aceptó varios cargos en ministerios.
[3] La tesis de pregrado en la Universidad Nacional de Gaitán se llama “Las ideas socialistas en Colombia” (1924)