Gaitán, entre el desarrollismo latinoamericano y el discurso populista.
"Ninguna
mano del pueblo se levantará contra mí y la oligarquía no me mata, porque sabe
que si lo hace el país se vuelca y las aguas demorarán cincuenta años en
regresar a su nivel normal."
Jorge
Eliecer Gaitán, 1947.
Introducción
Este trabajo pretende hacer un breve semblante del
discurso político del caudillo colombiano Jorge Eliecer Gaitán, candidato
presidencial quien fue asesinado el 9 de abril de 1948. El objetivo de este
ensayo es analizar el discurso gaitanista, sus legados e influencias. Intento
comprender la influencia del contexto del discurso de carácter populista de
América Latina en las propuestas de Gaitán, entendiendo el populismo como una
forma de gobernar más que como una ideología política.
Los años finales los años 40 fueron marcados
por gobiernos con elementos
desarrollistas como Cárdenas en México, Paz y Siles
Suazo en Bolivia, Velasco Ibarra en Ecuador, Perón en Argentina y antes Vargas
en Brasil. Todos estos procesos llegaron a tener éxito, reflejado en su
conquista del poder, exceptuando el de Haya de la Torre en Perú, a quien no se
le permitió gobernar y Gaitán. Los gobiernos populistas se caracterizaron por
el nacionalismo económico, el antiimperialismo, la industrialización, la
urbanización, las migraciones internas, la emancipación económica junto con la
generación de políticas económicas externas más autónomas.
En el caso colombiano Jorge Eliecer Gaitán continúa siendo uno
de los líderes políticos y sociales más carismáticos hasta el día de hoy. Su
fuerte condena a la oligarquía colombiana - de quien decía son “los mismos con
las mismas” - y su interés por el bienestar del pueblo - a quien llamaba
permanentemente a la movilización con la frase “a la carga” - lo llevó a
convertirse en la figura política más popular de su tiempo. Su capacidad
oratoria lo llevó a los palcos más concurridos de Bogotá y muy pronto se ganó
la voluntad del pueblo a nivel nacional.
Gaitán fue un fenómeno de masas, comprendió y leyó con gran
eficacia la realidad colombiana y fundamentalmente el fenómeno de
desplazamiento del campesinado a las grandes ciudades. Sus discursos en el teatro Colón, en la plaza de toros, en la
Plaza de Bolívar, en la Cámara de Representantes, en las convenciones liberales
y en los estrados judiciales, quedaron grabados en la memoria de esa generación,
que repetían de memoria párrafos enteros y frases específicas de su Oración por
la Paz en Bogotá y Oración por los Humildes en Manizales.
Este ensayo se divide en tres partes: Una breve introducción,
el contexto de vida del Caudillo y un análisis del discurso y la influencia del
populismo. Terminaremos este ensayo con una breve conclusión.
El gran
Caudillo colombiano
El líder popular Jorge Eliecer Gaitán emergió políticamente en
un contexto de grandes cambios estructurales en Colombia. Por un lado el fin de
la hegemonía del partido Conservador que
había mantenido el poder – sin interrupciones – por casi 30 años y por otro
lado el proceso de modernización capitalista. La llegada de los liberales en
los años 30 al poder con el plan llamado “revolución en marcha” tenía la
intención de industrializar el país, así como la implementación del Estado de
Bienestar y la regulación de la economía.
Desde 1919 Gaitán había empezado a ser parte del círculo cerrado
de la política Bogotana, en gran medida gracias a su oratoria y sus grandes
capacidades en jurisprudencia. A pesar de su origen humilde, Gaitán empezaba a
convertirse en un referente de la política del país. Es en 1928 con la “masacre
de las Bananeras”[1]
que Gaitán pasa de un plano político local a un escenario nacional. Gaitán pone
en el debate público el hecho, contra el presidente conservador Miguel Abadía
Méndez y el ejército y logra que se liberen a muchos trabajadores presos y que
se reconozca una indemnización para las viudas y huérfanos. Gaitán se gana al
pueblo luchando por sus “justas causas”. Defiende a los trabajadores desde su
carácter beligerante atreviéndose a decir lo que otros no pueden.
En 1931 Gaitán se convierte en el presidente de la Cámara de
Representantes. Desde esta posición Gaitán hace fuertes críticas contra su
propio partido. La gestión del partido Liberal en el poder y la revolución en
marcha fueron consideradas por Gaitán como insuficientes. Las reformas
constitucionales y sociales decepcionaron al caudillo por lo que en 1933 decidió
romper con el partido y fundar la Unión Nacional izquierdista Revolucionaria
(UNIR). Los Uniristas fueron una organización pensada con una concepción
política claramente desarrollista de izquierda y con una fuerte estructura
organizativa.
La UNIR en ejercicio político no duró más de dos años. Las
reformas implementadas desde 1934 por el presidente Alfonso López Pumarejo[2]
(1934-1938) eran más radicales y populares que las de su antecesor, lo que
debilitó el discurso político del movimiento Unirista. Gaitán, luego de
intensos debates opta por disolver el movimiento y se reintegra al partido
liberal buscando estar dentro del gobierno de López Pumarejo. Su intención
buscaba que las reformas sociales adquirieran un verdadero espíritu
democrático. Su crítica dentro del partido siguió siendo férrea; volver a las
filas significaba posesionar la facción gaitanista dentro del partido liberal,
sobre todo desde la lucha contra las oligarquías que militaban dentro del
partido, pensando en ampliar políticamente las bases populares.
Gaitán en medio del gobierno de Eduardo Santos (1938-1942) pasó
por distintos cargos. Fue nombrado alcalde de Bogotá, luego ministro de
educación y posteriormente ministro de trabajo. Todas las leyes que quiso
implementar generalmente eran bloqueadas por el congreso de la república.
Gaitán era considerado dentro del liberalismo una oveja negra a la cual era
preferible tener cerca y controlada, pero su carácter beligerante y el
crecimiento de su popularidad le daban cada día, más fuerza dentro del partido.
Gaitán tenía en medio de su proceso político muchos contradictores, entre
ellos, el partido comunista quienes lo tildaron de fascista por haber terminado
sus estudios de doctor en jurisprudencia en 1926 en Italia, en medio del periodo
fascista de Mussolini.
En 1945 comienza uno de los periodos fatídicos de la historia de
Colombia conocido como la “época de la violencia”. La violencia bipartidista
entre liberales y conservadores estalló
dejando en un periodo de 7 años, más de 300.000 muertos. Gaitán incluyo
entonces en su discurso la necesidad de la paz entre los liberales y
conservadores de “a pié”. Hizo un llamado a luchar contra las oligarquías
nacionales a quienes veía responsables de la polarización social que afectó
profundamente el campo colombiano, mientras los dirigentes de los partidos se
agasajaban en los clubes sociales de Bogotá. Para Gaitán existían dos países:
El “país político” que son los que piensan en sus empleos, en su mecánica y en
mantener su poder, y el “país nacional” que piensa en su trabajo, en su salud,
en su cultura, desatendidos por el “país político”. “El país político tiene
diferentes metas que el país nacional. Tremendo drama en la historia de un
pueblo”.
Gaitán se presentó como candidato del partido liberal para las
elecciones de mayo de 1946, compitiendo dentro del mismo partido contra el
oficialista Gabriel Turbay – impuesto por la oligarquía del partido - y el
conservador Mariano Ospina Pérez. Tener dos candidatos dentro del partido
Liberal dividió los votos y permitió que el conservadurismo vuelva al poder
después de 16 años. El partido liberal ganó la mayoría de los votos pero perdió
las elecciones. Luego de la derrota del liberalismo Gaitán se consolido como el
máximo líder de éste partido y la facción gaitanista se convirtió rápidamente
en el estandarte. Por supuesto las élites de los partidos veía con mucha
preocupación el asenso popular de Gaitán, sobre todo las de su propio partido
quienes veían amenazado su poder.
En el 1947 Gaitán como jefe indiscutible del liberalismo vuelve
a lanzarse como candidato presidencial
para las elecciones de mayo de 1948. Esta elección se caracterizó por
las tremendas movilizaciones que día a día se añadían a su fuerza política. El discurso
de Gaitán llamaba al pueblo sin importar el color del partido a luchar contra
la hegemonía de los partidos tradicionales y las oligarquías a quienes había
responsable de la tragedia del pueblo. El 9 de abril de 1948, coincidiendo con
la apertura de Novena Conferencia Panamericana que da origen a la OEA, Jorge
Eliecer Gaitán es asesinado en la carrera 7 de Bogotá. El magnicidio sacude al
país, el pueblo de Bogotá se levanta y produce el hecho conocido como el
“Bogotazo”. El presunto asesino de Gaitán fue apaleado y asesinado por una
multitud enardecida que reclamaba justicia y quien culpo inmediatamente a las
élites de los partidos tradicionales. En la Conferencia el General Marshal
desde la posición de los Estados Unidos, culpaba a los comunistas del
descontrol, mientras Colombia rompía unilateralmente relaciones con la URSS. Los
liberales por su parte se acercaron al gobierno conservador, quien no dudo en
darles puestos en el gobierno, amparado en el llamado a la unión nacional ante
la trágica muerte del caudillo.
La muerte de Gaitán no fue la génesis de la violencia en
Colombia, pero si la profundizó. La frase con la que iniciamos este ensayo se
convirtió en premonitoria del sufrimiento del pueblo colombiano: “Ninguna mano
del pueblo se levantará contra mí y la oligarquía no me mata, porque sabe que
si lo hace el país se vuelca y las aguas demorarán cincuenta años en regresar a
su nivel normal”. (Gaitán, 1946). Gaitán murió y la violencia actual es mucha
más profunda que la de la llamada época de la violencia. Las guerrillas
liberales y los pájaros (fuerzas armadas
conservadoras que generaron terror desde 1945)
fueron desarticulados por la dictadura militar del General Rojas
Pinilla, quien tomó el poder en 1953 después de que la violencia se volvió
incontrolable. Desde el 63 se fundaron las guerrillas comunistas colombianas,
la primera las FARC-EP y una año más tarde el ELN. En los años 70 como
respuestas a estas organizaciones los industriales, ganaderos, terratenientes y
multinacionales, utilizan a las mal llamadas Autodefensas Unidas de Colombia,
el paramilitarismo para supuestamente combatir a las guerrillas y defender sus
intereses privados. El conflicto armado colombiano ha generado miles de muertos
y millones de desplazados. Las élites políticas y los partidos políticos nunca
decidieron parar el conflicto, es más lo profundizaron con la escusa de
sostener la institucionalidad. Gaitán es un mártir de la institucionalidad, esa
institucionalidad que quería cambiar y transformar hacia una verdadera
democracia.
Discurso e influencia del
populismo en Gaitán
El modelo de gobierno populista tiene mucha influencia en el
discurso gaitanista. Fundamentalmente en la utilización de la palabra “pueblo”.
Una de las frases celebres del caudillo siempre fue: “yo no soy un hombre, soy
un pueblo”. Las luchas de Gaitán iban de la mano con su carisma, su discurso y
su histrionismo muy apegado a las costumbres y hábitos del pueblo bogotano, lo
llevaron a los más grandes pulpitos de la ciudad. El llamado centrar de Gaitán al
pueblo fue contra los partidos políticos tradicionales y las oligarquías que
los dominaban. El antagonismo que muy inteligentemente creó el gaitanismo
contra las oligarquías, le valió el apoyo popular, pero para lograr su cometido
de obtener el poder, era necesario tener la estructura partidaria a su
servicio. El problema es que las élites políticas no iban a permitir que tomara
el poder, el miedo de las élites partidarias por su asenso terminó con su vida.
Para Gaitán el país no tenía una crisis política sino moral: "Pueblo, por la restauración moral, ¡a la
carga! Pueblo por la derrota de la oligarquía, ¡a la carga! Pueblo por nuestra
victoria, ¡a la carga!". Los ideales propuestos por Gaitán iban ligados a
la restauración moral y a una verdadera democracia de la república, era prácticamente
una síntesis perfecta de un conocimiento pormenorizado de las dinámicas
clientelares que aquejaban al Estado Colombiano (Pulido, S/F). Su discurso supo
dividir muy bien entre el país político y el país nacional, crear una rivalidad
con claros réditos electorales. Esta rivalidad fue diseñada desde el discurso y
sirvió como nudo trasversal para hilar sus debates políticos y su oratoria en
la plaza pública. Gaitán inspiraba grandes aplausos por sus frases ecuánimes y
llenas de sentidos; Gaitán decía: “el pueblo es superior a sus dirigentes”,
pero iba más allá: "Esta avalancha humana: libra una batalla, librará
una batalla; vencerá a la oligarquía liberal y aplastará a la oligarquía
conservadora". Sabía claramente donde debía insertar el discurso, contextualizarlo
y ponerlo en la esfera pública. Movilizaba y pretendía estructurar un
movimiento social que cambiara las condiciones de la “tragedia del pueblo”.
En el discurso de la candidatura liberal de 1946
Jorge Eliecer Gaitán mostraba su pensamiento económico y sus visiones del como
debería funcionar el Estado para que los “ricos sean menos ricos y los pobres
menos pobres”:
“Ese es un viejo sistema en
virtud del cual el hombre nada cuenta. “El hombre debe ser esclavo de la
máquina, se le debe proteger sí, que produzca lo mas que pueda, que se le pague
alto, pero que produzca mucho para que el rendimiento alto no se detenga”: no
importa su psicología no importa la resistencia de su biología, lo que es
importante es que la oligarquía plutocrática gane y de el espejismo de pagar
más cuando más se trabaje, aún cuando quiebre la biología y la psicología del
pueblo colombiano porque la economía de los menos está por encima de la vida de
los más.
Ese es el viejo criterio de la
plutocracia, defender al hombre, defender las garlanchas, no por el hombre
mismo, sino por lo que el hombre pueda dejarse devorar de la insaciable sed de
dinero de los que tienen dinero. Nosotros decimos cosa distinta, nosotros no
hablamos de esas minucias, que son todas tendientes a saber cómo se le exprime
la última gota al hombre dándole el estímulo de pagarle más para que pueda
consumir más alcohol y tener más sífilis.
Nosotros tenemos un sentir
humano distinto, diverso de estas cosas, nosotros no decimos que el hombre debe
ser un esclavo de la economía, decimos que la economía debe estar al servicio
del hombre. Pero es que para nosotros es igual el hombre conservador que
liberal que socialista que comunista. Tenemos un sentido diverso de la
economía, no la encontramos a través del hombre. No creemos que solamente en
uno de sus círculos se ataca a esa grandeza devorante y asoladora”.
La economía al servicio del hombre, una premisa
que planteaba cambiar estructuralmente el Estado colombiano y por ende la
función de sus instituciones. El miedo que sentía la oligarquía colombiana se
sentía cada día más, por ende los ataques a Gaitán se dieron de distintas
maneras, desde llamarlo demagogo, populista, comunista, socialista y hasta
fascista, así como varios intentos de terminar con su vida.
El legado gaitanista del discurso no ha podido
ser superado hasta el momento en Colombia. La oratoria junto con el carisma del
caudillo, sumando el gran conocimiento por las problemáticas sociales,
políticas y económicas del país, hacían de Gaitán el proyecto de otro modelo
populista que podía ser implementado en América Latina. Gaitán no era marxista
pese a sus múltiples conocimientos del marxismo[3]. Sus discursos se alejaron
del partido comunista; aunque sabía de la existencia de Mariátegui no hay
vestigios de influencia concreta en su pensamiento, por otro lado el populismo
sin lugar a dudas tiene mucha influencia.
El populismo influenció sin lugar a dudas a
Gaitán, muchas organizaciones internacionales entre ellas la Alianza Popular
Revolucionaria Americana (APRA) marcaron el discurso gaitanista. Gaitán había tenido la oportunidad de viajar
por varios países latinoamericanos donde los modelos desarrollistas y
modernizadores estaban en etapa de ensamblaje o tenían un fuerte aparato
ideológico como en el Perú con Haya de la Torre y sobre todo su texto “las
famosas Cartas a los Prisioneros Apristas”. Otros autores como Pedro Muñiz,
Carlos Showing, Carlos Paz Soldan directamente comprometidos con el Aprismo
también influenciaron el pensamiento del caudillo. Perón en Argentina fue una influencia
importante, sobre todo desde su labor como ministro de trabajo, cargo que
también había tenido Gaitán.
Específicamente con los textos “Los Derechos de los
Trabajadores, La Obra del Gobierno y la Labor Destructiva Gradual de los que
Intentan Alterar el Orden, y Por la Cooperación Económica y la Paz Mundial”
fechados en 1947. (Pulido, S/F).
Lazaro
Cárdenas fue también muy importante como legado para Gaitán, la doctrina en la
que basó su gobierno fue muy importante para la construcción de gobierno que
Gaitán quería aplicar en Colombia. Gaitán sabía que la gobernabilidad dependía
de las reglas que se establecieran desde el Estado en su división de poderes,
pero para cambiarlas un gobierno tenía que tener legitimidad - por lo menos en
un primer estadio - contundente en las urnas. Por el otro lado – pero no menos
importante – la seguridad, que dentro del discurso gaitanista era violentada
desde arriba, las oligarquías eran las que generaban los conflictos de abajo,
para sostener permanentemente el poder.
En
uno de sus discursos en el Teatro Municipal de Bogotá, antes de las elecciones
presidenciales de 1946, Gaitán dice para diferenciarse de los políticos
colombianos tradicionales y haciendo una dura crítica a los medios de comunicación
escrita:
Que
llaman demagogia a esto que yo digo, porque no pueden directamente negar la
verdad y la justicia y que se sienten estadistas solamente porque carecen de
vibraciones de corazón y del espíritu, estadistas simplemente porque nada aman,
estadistas simplemente porque les falta el carácter para decir lo que su
corazón siente y su mente piensa, estadistas porque les falta el fuego interno
para la rebeldía, estadistas porque si están con Laureano Gómez se lo tragan y
no son capaces de votar en los senados, estadistas porque se dejan manejar,
estadistas porque no tiene la fuerza humana que nosotros tenemos, ¡Pues en
buena hora que no nos crean estadistas! porque nosotros queremos ser, cerebros,
si, pero cerebros iluminados ardidos por el fuego de nuestro corazón”. Gaitán
(1946)
Conclusiones
"Si avanzo, seguidme. Si me detengo, empujadme. Si os traiciono, matadme. Si muero, vengadme".
Jorge Eliecer Gaitán, 1947.
Jorge Eliecer Gaitán rompió los esquemas de la política
colombiana de finales de la primera mitad del siglo XX y sin lugar a dudas es
un referente sin superar. Su discurso, sus acciones y sus estrategias
políticas, demostraron que era posible luchar contra las oligarquías que
siempre han tenido el poder en Colombia. Su asesinato fue una gran pérdida para
la historia colombiana y sin lugar a dudas fue un hecho que profundizo la
polarización y la violencia que mantiene al país en convulsión. Su legado más
importante fue superar con política a las viejas estructuras partidarias y
renovar la política. Su asesinato hizo que volvieran las viejas estructuras a
tener el poder en sus manos, hizo que pudieran repartirlo mitad por mitad.
Gaitán decía: “ El pueblo no tiene dos partidos, ha sido partido en dos”.
Las influencias del populismo son un efecto claro en Gaitán,
pero el contexto colombiano es muy distinto a los demás procesos populistas de
América Latina. El caso de López Pumarejo se asemeja muy de cerca con los
modelos de modernización populista, sería interesante ver hasta donde llegaron
sus reformas políticas, entre ellas dos y un hecho simbólico: la primera y
única ley de tierras en Colombia buscando establecer una reforma agraria y la
segunda el primer código del trabajo, (fueron desmanteladas por el siguiente
gobierno liberal de Eduardo Santos) y el acto simbólico, ha sido el único
presidente en marchar un primero de mayo con los obreros. López impulso la
llegada del Estado de Bienestar a Colombia y tenía mucha aceptación popular,
por supuesto, no del tamaño de Gaitán. Lastimosamente no pudo terminar su
segundo mandato, primero por la intentona de golpe militar en 1944 iniciando su
presidencia y después por su delicado estado de salud.
Bibliografía
Gaitán, Jorge Eliecer, 1946. Discurso de la candidatura liberal
para las elecciones de mayo de 1946. Recuperado el 4 de Enero de 2016, en: https://www.youtube.com/watch?v=oyJ-_UcNscc
De
la Fuente, José Alberto, 2007. Víctor Raúl Haya de la Torre, el APRA y el
Indoamericanismo. Recuperado el 4 de Enero de 2016, en: http://bdigital.uncu.edu.ar/objetos_digitales/3433/delafuentecuyo24.pdf
Pulido
García, David Antonio, S/F. LA BIBLIOTECA DE JORGE ELIÉCER GAITÁN (Apuntes
sobre su perfil intelectual). Recuperado el 30 de diciembre de 2015, en: file:///C:/Users/AMY/Downloads/Biblioteca_Gaitan_.pdf
Villaveces,
Jorge, 1968. Los mejores discursos de Gaitán. Editorial JORVI. Bogotá.
Documental: Jorge Eliecer Gaitán, “El Jefe”.
[1]
La
masacre se produjo el 5 de diciembre de
1928 por el ejército colombiano a favor de la empresa americana United Fruit
Company contra miles de trabajadores que habían iniciado una huelga. Nunca se
conoció el número total de muertos.
[2] López
Pumarejo fue reelegido en 1942 como presidente de Colombia, periodo al que
renunció por enfermedad. Gaitán fue un duro crítico en los dos gobiernos de
López, pero en su segundo mandato aceptó varios cargos en ministerios.
[3] La tesis
de pregrado en la Universidad Nacional de Gaitán se llama “Las ideas
socialistas en Colombia” (1924)